También les acerco el link para que puedan visitar la publicación original y la página de Amsterdam Sur.
Andrés
Tatiana Oroño
La verdad del hueso
Como la flor de la tuna
cuello de cisne
o dama de la noche
abre en lo oscuro
el sol
de su garganta
que la corola numinosa alumbra grávida
y sus estambres tiemblan
y sus pétalos ceden
a la ley de expansión
y a la blancura
así cede la tierra
a la verdad
del hueso:
como a una flor nocturna
lo revela.
Este esqueleto: un haz de pétalos.
20 marzo 2012 (inédito)
No conozco
el calado. Ábrese el laberinto silba la entrada. Es aire
hambriento.
Tú tienes tus extremos que se nombran “las manos”, “las
pupilas”, por ejemplo,
pero asimismo tienes
una ciudad de calles góticas voraces como gárgolas
que te ahuecan los centros
del peñasco
que habitas
y no tocas.
No adivinas.
Y eso es la mujer. Lo que no. La ciudad de cornisas y canales
donde la noche cae como cae la tormenta y derrota
costillares de barcas y de remos y parte
astilla
la piedra sostenida el mentón de las calles que te horadaron túneles
en el zigurat fósil
de las células vivas.
Nada comprenderé.
Nunca seré ladera cima ni pie del monolito el bloque.
Tanto arrimar de todo. Tanta industria y tesón. Tanto apisonar suelo y
pendientes
siempre.
Y todo para
esto. Una noche de amor
te arroja a las arterias
desiertas
de la ciudad que pulsa y que tirita
como Venecia hundida
con los ojos vendados.
Son vagidos
famélicos
los que arrojan papeles y residuos
a las calles
vacías
largamente empedradas
por sangre adoquinada
a pico
y a cadena perpetua permutada
por
la pena de dar
la forma de ladrillos
al deseo de que todo cantara como acequias o arroyos
en escondidas napas.
(De Ce qu’il faut dire a des fissures / Lo que hay que decir tiene grietas,
L’Oreille du Loup, Paris, 2012)
Una palabra en ángulo agudo
Reivindicar era una palabra en ángulo agudo (“re/ivindicar”) porque obligaba a la lengua a quebrar la articulación progresiva. La “i” antes de “vi” (“i-vindi”) ordenaba dar un paso atrás antes de ir hacia las íes que continuaban rumbo a la terminación “ar” que se abría como un abanico de muchas varillas. “Ar” llevaba a un semicírculo grande donde cabían muchos verbos, como “amar”, “besar”, “bailar” y eso obligaba a dar un paso como el del amague de los tangos cuando se enredan las piernas como a propósito y se confunde el rumbo de los bailarines.
(De La piedra nada sabe, Estuario, Montevideo, 2008)
Velo por mí
Me concedo
cuidados. Acontece que hago
cuidados. Acontece que hago
por mi vida. Segrego mi capullo como un ajuar
trenzo mi última edad me envuelvo
en mis edades. No he
de entrarme
en años
sin tomar providencias. He de hilar
la crisálida. Perlada
de roturas. Suturada de nudos.
Ensaliva su seda la devana
el abdomen
con tacto secretor con oficio
envolvente. La boca
desdentada no deja de lamer recubrirse. En esta larva ungida
de babas cuidadosas
cicatrizan suntuosas cabelleras o medran algas
de doble densidad
y canutillo
acuáticos caireles y pinzas de cangrejo. El desgaste
emparenta lo dispar muele la cáscara tritura los relámpagos
en cada caso. El capullo es un nido
que se autodestina. El capullo
de añarse de añejarse. Lo he cosido
con agujas y dientes con las muelas más fuertes
con pechos y caderas. Es labor de mis días. Muselina
envolvida
en derredor. Membrana
que me enjoya.
(De Morada móvil, Artefato, Montevideo, 2004)
Construir
en el polvo
cimentar en la lava
excavar en el aire
apuntalar en punto imaginario
cimentar en la lava
excavar en el aire
apuntalar en punto imaginario
sostener la mirada
contener el aliento
levantar el andamio.
(De Morada móvil, Artefato, Montevideo, 2004)

Co-organizadora del Primer Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres (Montevideo, 2003). Co-editora de La palabra entre nosotras (actas del Primer Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres, E.B.O., Montevideo, 2005).
Convocante y co-organizadora de la exposición interactiva Joya x Joya (MNAV, 2008 -2009).
Premio Bartolomé Hidalgo, Poesía, 2009. Premio Juan José Morosoli de Plata, Poesía, 2009.
Último libro de poesía: Ce qu’il faut dire a des fissures / Lo que hay que decir tiene grietas. L’Oreille du Loup, París, 2012.
Últimos trabajos curatoriales: Mañana…¡Levántese azul! José Gurvich: una paideia desvelada. Museo Gurvich, Montevideo, agosto-octubre 2012; Pintor de ideas, MNAV, Montevideo, octubre-diciembre 2012.
Publicaciones en Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Cuba, EE.UU., El Salvador, España, Francia, Holanda, México, Panamá, Puerto Rico, Santo Domingo.
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